Pasado el primer año desde la toma de posesión del actual Gobierno Municipal las inversiones o la previsión de realizarlas brillan por su ausencia, ya que a duras penas los ingresos recaudados dan para ir pagando parte del gasto corriente, y si estamos atendiendo algunas deudas de las que se habían contraído es gracias a préstamos que lastrarán nuestro desarrollo en los próximos diez años como mínimo.
Como todos conocemos, la mala planificación económica llevada a cabo por nuestra clase política Gobernante en los últimos años nos tiene sumidos en una crisis inimaginable, tanto al sector público como al privado, sin que nadie acierte a decirnos cuanto durara ni si seremos capaces de salir de ella.
Las administraciones Locales y Regionales han presupuestado en los últimos años unos ingresos superiores a los que, debido a la crisis empresarial y de consumo, se han logrado recaudar, y ello ha contribuido a contraer una enorme deuda pública que, en estos momentos y durante varios años, frenará necesariamente la inversión pública y ahondará más la crisis empresarial privada, con el consiguiente aumento del paro por la caída del consumo de las familias y la falta de inversión pública y privada.
San Pedro del Pinatar no es ni mucho menos una excepción, y por causa de esas alegrías de gasto en años de bonanza, que no supieron o no quisieron frenar a tiempo, estamos ahora condenados a fuertes recortes de inversión en los próximos años, que sin duda contribuirán al empobrecimiento de nuestra sociedad y agravará nuestro déficit estructural con los pueblos de nuestro entorno, que son a fin de cuentas nuestra competencia más directa para poder salir de la situación actual.
Pasado el primer año desde la toma de posesión del actual Gobierno Municipal las inversiones o la previsión de realizarlas brillan por su ausencia, ya que a duras penas los ingresos recaudados dan para ir pagando parte del gasto corriente, y si estamos atendiendo algunas deudas de las que se habían contraído es gracias a préstamos que lastrarán nuestro desarrollo en los próximos diez años como mínimo.
Si a ello sumamos que cada día nos enteramos de los recortes previstos en las subvenciones que nos estaban llegando desde el Gobierno Regional, la situación se nos torna más difícil cada vez, sin que desde el Gobierno Local se tomen otras medidas que las de recortar en gastos y suprimir eventos, que de una u otra manera nos hacían mantener el pulso turístico y comercial con los pueblos de nuestro entorno.
Sabemos que no es fácil, pero algo se debe hacer, pues si a lo ya comentado sumamos el desaliento empresarial por los malos resultados de sus comerciales y la intención de recortar en puestos de trabajo e investigación por falta de recursos económicos e inaccesibilidad al crédito bancario, la situación es poco menos que calamitosa.
Pasados ya los puentes de Semana Santa y primero de mayo, nuestra gran esperanza turística debe centrarse en la temporada estival, por lo que todos, y especialmente nuestros representantes Municipales, debemos marcarnos como meta el perfecto mantenimiento de nuestra oferta turística y la mejora en el acondicionamiento de nuestras playas y entorno, ya que de ello dependerá en buen grado los resultados de la próxima campaña veraniega.
Es imprescindible mantener limpias de algas las playas de la Llana y el Mojón, rastrillar y limpiar a diario las playas de lo pagan, sanear retirando la grava superpuesta por los vientos en la playa de Villananitos a la mayor urgencia, y reforzar la vigilancia por si es necesario hacer una limpieza general en el tan manido y preocupante asunto de las medusas.
En estos puntos no beneficia la austeridad y sí es cierto que se deben realizar los trabajos al menor precio posible, pero no es menos cierto que el mayor costo para nuestra sociedad vendría de una deficiente actuación en el mantenimiento de nuestras infraestructuras.
FUENTE DPi
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